La experiencia me ha enseñado que, afortunadamente, lo sencillo sigue teniendo plena vigencia en el fútbol. El trabajo del entrenador consiste en identificar las necesidades reales del equipo y diseñar tareas que las resuelvan. Mantener esta perspectiva es clave: no se trata de complicar por complicar, sino de ofrecer soluciones claras, prácticas y efectivas. El objetivo es que el jugador lo entienda, lo interiorice y lo consolide. Eso es entrenar: avanzar paso a paso.